El pan es uno de los alimentos más antiguos de la historia, alimenta el cuerpo y el alma, es el único alimento que despierta los 5 sentidos del ser humano

Ha alimentado a la humanidad, sin importar la condición social, económica ni cultural, y acompañada a las personas en todas las etapas de nuestras vidas

Hace unos años el pan industrializado se tomó gran parte de las estanterías de los supermercados e hizo a un lado el pan artesanal.

La industrialización de los procesos llevó a la utilización de aditivos químicos para extender la vida útil de los panes y minimizar las pérdidas, pero esta práctica afectaba las características organolépticas del buen pan, lo que produjo que se empezara a considerar al pan como un alimento de bajo contenido nutricional y hasta nocivo para la salud.

Estamos en la era del consumidor informado, hiperconectado y consciente, que hace compras “inteligentes” , buscando llevar una vida lo más sana posible con productos que no sean ultra procesados, que contengan pocos aditivos químicos, que tengan beneficios nutricionales reales y que sean deliciosos.

Viendo esta nueva tendencia, desde hace algunos años grandes panaderías en el mundo se han volcado de nuevo a la producción artesanal, retomando las técnicas ancestrales de fabricación, combinando tecnología moderna.

De esta manera están volviendo a llenar estanterías de los supermercados, con productos de excelente calidad, nutritivos y con características organolépticas que invitan a la compra, logrando captar al “nuevo shopper” ,

Es aquí mismo donde Artesa Panadería entra a jugar en esta nueva era del resurgir de la panadería artesanal en Colombia, con la firme convicción que se pueden elaborar muy buenos panes, con grandes beneficios nutricionales y al alcance de todos.